VALOR INCALCULABLE DE LOS ARCHIVOS CONTRA LA CORRUPCIÓN
>> miércoles, 27 de julio de 2011
Arredondo atroz
http://www.prensalibre.com/ 26/07/2011/ FRANCO MARTÍNEZ MONT
De manera somera, puede decirse que este personaje infame de la historia política del país fue alcalde de Nueva Santa Rosa y jefe del “pavoroso” Comando Seis durante los gobiernos de Kjell Laugerud García y Romeo Lucas García —dos de los regímenes junto con los de Ríos Montt y Mejía Víctores más sanguinarios dela Nación —. Este cargo último,
que lo realizaría con mucha convicción y saña “fascistoide”, junto a otros
ideólogos de la “era del terror”, donde destacan: Germán Chupina —Director de la PN —; Manuel de Jesús Téllez
—jefe de la Policía
Judicial —; y Donaldo Álvarez Ruiz —ministro de Gobernación—,
quienes operacionalizaron los designios reaccionarios, racistas y dogmáticos de
organizaciones como el MLN, “partido de la violencia organizada” y élites de la
involucionada oligarquía “filantrópica”.
Afortunadamente, los “rescatables” archivos desclasificados de la extinta PN —los que erróneamente no destruyeron—, sirvieron de evidencia fehaciente para capturar a este “hombre-daga” contrainsurgente, insumos de gran valor sociohermenéutico que otorgaron un fundamento documental para la detención de Arredondo.
Por tanto, acá la reflexión sociológica debe centrarse en el valor contemporáneo e incalculable de la archivística en el tema de violación a los DDHH, crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio; ya que esta, como disciplina social, proporciona insumos teóricos, metodológicos y vinculantes penalmente, a la hora de aportar elementos para una sentencia judicial mediante el almacenamiento de documentos estratégicos sostenibles en el tiempo, fáciles de consultar y clasificar.
Arredondo, además, ha sido señalado de las desapariciones de Oliverio Castañeda de León, dirigente estudiantil asesinado en 1978; la desaparición de 28 dirigentes dela Central Nacional
de Trabajadores, en 1980; el asesinato del candidato presidencial Manuel Colom
Argueta, en 1979; y la quema de la
Embajada de España, 1980; entre otros casos repugnantes.
Asimismo, el caso se recrudece con la solicitud hecha porla Audiencia Nacional
de España, quien tiene vigente una orden de captura contra Arredondo, en la que
se le acusa de terrorismo, homicidio y secuestro; junto a él se persigue
penalmente a otros seis militares y exfuncionarios de gobiernos
“anticomunistas”.
Finalmente, la moraleja política que arroja el acontecimiento de Arredondo atroz es comprender el tríptico indispensable para cualquier país proveniente de un irresuelto conflicto armado, a saber: memoria histórica, justicia y desarrollo democrático; ya que dichas categorías sociales configuran la construcción identitaria sociopolíticamente de una ciudadanía alternativa y crítica, basada en la preeminencia de la verdad, paz y perdón.
http://www.prensalibre.com/ 26/07/2011/ FRANCO MARTÍNEZ MONT
De manera somera, puede decirse que este personaje infame de la historia política del país fue alcalde de Nueva Santa Rosa y jefe del “pavoroso” Comando Seis durante los gobiernos de Kjell Laugerud García y Romeo Lucas García —dos de los regímenes junto con los de Ríos Montt y Mejía Víctores más sanguinarios de
Afortunadamente, los “rescatables” archivos desclasificados de la extinta PN —los que erróneamente no destruyeron—, sirvieron de evidencia fehaciente para capturar a este “hombre-daga” contrainsurgente, insumos de gran valor sociohermenéutico que otorgaron un fundamento documental para la detención de Arredondo.
Por tanto, acá la reflexión sociológica debe centrarse en el valor contemporáneo e incalculable de la archivística en el tema de violación a los DDHH, crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio; ya que esta, como disciplina social, proporciona insumos teóricos, metodológicos y vinculantes penalmente, a la hora de aportar elementos para una sentencia judicial mediante el almacenamiento de documentos estratégicos sostenibles en el tiempo, fáciles de consultar y clasificar.
Arredondo, además, ha sido señalado de las desapariciones de Oliverio Castañeda de León, dirigente estudiantil asesinado en 1978; la desaparición de 28 dirigentes de
Asimismo, el caso se recrudece con la solicitud hecha por
Finalmente, la moraleja política que arroja el acontecimiento de Arredondo atroz es comprender el tríptico indispensable para cualquier país proveniente de un irresuelto conflicto armado, a saber: memoria histórica, justicia y desarrollo democrático; ya que dichas categorías sociales configuran la construcción identitaria sociopolíticamente de una ciudadanía alternativa y crítica, basada en la preeminencia de la verdad, paz y perdón.
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