ARCHIVO DE LAS LENGUAS DE OXACA EN PROCESO DE DOCUMENTACIÓN
>> martes, 19 de julio de 2011
Lenguas de Oxaca documentadas en el Laboratorio de Lingüística
de la UNAM
http://ciudadania-express.com
/19/07/2011
Saberes como
mitos, tradiciones, rezos, sanaciones, origen de los pueblos y hasta recetas de
cocina, se hallan en las lenguas. Sin embargo, ese conocimiento podría perderse
junto con las más de 300 opciones indígenas que se hablan en México. De ahí la
importancia y urgencia de documentarlas.
Esa es la labor
del Laboratorio de Lingüística del Instituto de Investigaciones Antropológicas
(IIA) de la UNAM, a cargo de Samuel Herrera Castro, quien mencionó que existen
algunas que sólo tienen dos o tres hablantes.
Están condenadas
a la extinción, pero antes de que ocurra se pueden documentar o, al menos,
recopilar archivos para su investigación, no sólo lingüística, sino
antropológica e histórica.
El
Laboratorio de Lingüística
El Laboratorio es
el primero de la UNAM, y pronto será el repositorio universitario de archivos
lingüísticos (grabaciones de audio y video).
Utiliza la más
alta tecnología para documentación, así como técnicas que permiten un registro
de acuerdo con parámetros internacionales. “Eso implica que los archivos que se
generen pueden ser útiles a otra institución o proyecto en el mundo”, dijo
Herrera Castro.
La meta es formar corpus multimodales (archivos de audio y
video, una transcripción y análisis morfológico de cada documento), una de las
diferentes metodologías propuestas por el Programa DOBES (Documentation of
Endangered Language) del Max Planck Institute for Psycholinguistics, de
Holanda.
Hasta ahora,
destacó, la mayoría de las lenguas –algunas en peligro, como la paipai (Baja
California) y la tarahumara (Chihuahua)- ya están presentes en el acervo, al
menos con una muestra.
Entre las más
referenciadas, se encuentra la huave (Oaxaca), chuj (Chiapas), huasteca
(Veracruz y San Luis Potosí), la chichimeca (Guanajuato) y la náhuatl (diversos
lugares). Alguna de la información guardada es una verdadera joya, como la base
de datos de las “Áreas dialectales del náhuatl moderno”, de Yolanda Lastra; las
grabaciones de zapoteco de Yalálag (Oaxaca), de Juan José Rendón, y otros
forman parte de proyectos externos, como el Archivo de Lenguas Indígenas de
México, de El Colegio de México.
Este espacio
universitario tiene convenios con instancias como la Escuela Nacional de
Antropología e Historia, para tener copias a resguardo de los archivos.
Además, se cuenta
con el apoyo de estudiantes; “imparto la clase de Metodologías y técnicas de la
investigación lingüística, donde los alumnos que van a campo también hacen
recolección, sobre todo de las que están poco evidenciadas”.
Una sola
grabación puede servir para múltiples investigaciones: análisis acústico,
fonológico, morfológico, sintáctico o pragmático. “En términos materiales o
físicos tenemos alrededor de 800 archivos en formatos originales; prácticamente
ya todo se encuentra digitalizado y se podría medir en gigabytes”,
comentó.
El proceso de
recopilación incluye trabajo de campo de entre 15 días y varios meses, tiempo
en el que se trata de buscar a los hablantes fluidos para sustentar
conversaciones y hacer registros de calidad en audio y video, y que los
parámetros sean los más adecuados.
Así se recuperan
mitos, historias personales y del pueblo, nombres de lugares, de plantas y
animales, con la idea de tener la lengua en contexto y uso.
Luego, la
información se procesa “en escritorio”. El archivo de audio se transcribe con
un alfabeto fonético para representar los sonidos; en caso que la lengua cuente
con su sistema ortográfico, se hace con él, explicó.
Proyectos
El Laboratorio de
Lingüística del IIA ha brindado asesoría, entre otras instancias, al Instituto
Nacional de Lenguas Indígenas. Actualmente, está ligado a otros proyectos, uno
es el llamado Spatial Languages and Cognition in Mesoamerica, dirigido por
Jürgen Bohnemeyer, de la Universidad de Buffalo, Estados Unidos.
Nuestra
participación consiste en proveer datos sobre sistemas de referencia espacial
en huave. Aplicamos estímulos preparados para generar informes sobre la
cognición lingüística, es decir, métodos de la tipología semántica a un área,
en este caso “la representación del espacio, para tener descripciones
comparables de un fenómeno y conocer cómo funciona la cognición humana”.
Hace dos años
inició la primera etapa del “Mesospace”, y en este 2011 comenzó la segunda,
donde estarán presentes el purépecha, de Michoacán; sumu-mayangna, de
Nicaragua; seri, de Sonora; zapoteco, del Istmo de Oaxaca; tzeltal, de Chiapas;
japonés; otomí, de Querétaro; yuracaré, de Bolivia, y mixe, de Ayutla, Oaxaca,
entre otras.
Otro proyecto
refiere al discurso musical huave, junto con Roberto Campos, de la Escuela de
Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. La música de ese grupo étnico se
reconoce como una de las más tradicionales y autóctonas de nuestro país; la
idea es conocer cuál es la estructura de los ritmos y el discurso alrededor de
ella, entre otros factores.
También, se
trabaja en la normalización de los sistemas de escritura. Con la gente de las
comunidades se hará un estándar de la lengua escrita, entre otros planes,
finalizó Herrera Castro.
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